Si las selecciones de fútbol fueran “Empresas”, las federaciones nacionales: sus directorios, el director técnico: el CEO, los cuerpos técnicos: gerentes de división, los jugadores: los colaboradores, los hinchas: los clientes, el proceso de eliminatorias: el mercado, el conjunto de selecciones: la competencia, los puntos logrados: el valor de la acción de cada “Empresa”, los goles a favor: las ventas, los goles en contra: los gastos y el gol diferencia: el profit o resultado. En tales circunstancias, la situación de este mercado y de las “Empresas”, a pocos días del cierre del “ejercicio fiscal” (fin de las eliminatorias Rusia 2018), se vería de la siguiente manera.
La “Empresa”, cuya acción se valorizo más, sin duda, fue Brasil, con 37 unidades frente a las 27 conseguidas por Uruguay (segundo) es decir 27% más, seguidos de Colombia con 26 unidades, Perú y Argentina con 24, Chile 23, Paraguay 21, Ecuador 20, Bolivia con 13 y finalmente Venezuela con tan solo 8 unidades. Esta última con un valor de acción que es el 21% del valor de la acción de Brasil.
Respecto a las ventas, la “Empresa” Brasil fue la mejor; logró el mayor market share con 17% y sus 38 millones vendidos (suponiendo que cada gol vale 1 millón), Uruguay, 12%, con ventas de 28 millones y Colombia con 8.4 % de market share vendió 19 millones; sin embargo, junto a Brasil, es de las empresas más eficientes con los menores gastos (goles recibidos). En cambio las que han vendido muy poco son: Bolivia con 6% de market share y solo 14 millones en ventas, Venezuela 8% y 18 millones en ventas y el resto está en el rango promedio entre 19 y 26 millones en ventas.
Pero el problema más grave de la mayoría de las “Empresas” sigue siendo el gasto excesivo (más de 20 goles en contra) y por supuesto poca productividad, como es el caso de Venezuela con 35 millones de gasto, Bolivia con 34 millones y Perú con 25, que fueron las empresas más gastadoras del mercado, seguidos por Ecuador 24, Chile y Paraguay con 23 millones.
“podemos decir que hay 3 tipos de “Empresas” en nuestra región sudamericana”
En cuanto al resultado logrado, Brasil fuel el rey con 27 millones de ganancia antes de impuestos, Uruguay en segundo lugar, pero muy lejos de este, con 10 millones, Colombia tercero con tan solo 3 millones. El resto prácticamente se encuentra en un cero positivo, tal es el caso de Perú, Argentina y Chile, con un millón y Ecuador en break even point con 0 unidades. Finalmente las “Empresas” que terminan en pérdida y casi en quiebra técnica son Paraguay (-6), Bolivia (-20) y Venezuela (-17).
Con base a lo anterior, podemos decir que hay 3 tipos de “Empresas” en nuestra región sudamericana: las que claramente son muy rentables y eficientes y que prácticamente aseguraron su paso a la élite mundial como son Brasil, Uruguay y Colombia, luego las que han demostrado ser competitivas, pero solo buenas para el mercado regional, como Argentina, Chile, Perú y Ecuador, ya que si bien no pierden plata, tampoco la ganan y, finalmente, las que están permanentemente dando pérdidas y son candidatas a la reestructuración como Paraguay, Bolivia y Venezuela con estructuras organizacionales poco competitivas, CEOs faltos de experiencia, visión y liderazgo, gerentes y empleados desmotivados, poco orientados al resultado y clientes permanentemente decepcionados.
Mi experiencia gerencial me dice que a la “Empresa” Brasil nadie le podrá quitar su posición de líder absoluto del mercado regional, y más aún que será candidata a ser uno de los líderes absolutos en Rusia 2018. Uruguay y Colombia han demostrado, por sus resultados, ser empresas regionales sólidas, con mucho potencial y que irán al mercado mundial a pelear una posición relevante. En cuanto a las sorpresas, hay una positiva y una negativa: la primera, sin duda, Perú; con grandes posibilidades de entrar luego de muchos años a la élite regional. Y la segunda, Argentina, que podría quedarse fuera de este club de privilegio pese a tener al mejor especialista del mundo, Messi. El resto de “Empresas”: Ecuador, Paraguay, Bolivia y Venezuela irán de seguro a reestructuración y tras la búsqueda de líderes y empleados comprometidos con los valores de sus empresas para intentar, en 4 años, estar en la élite.
Felizmente las selecciones sudamericanas no son “Empresas” y todo puede pasar hasta el último minuto de juego, por eso el fútbol es pasión de multitudes y el rey de los deportes: Que se clasifiquen los mejores, por el bien del fútbol, y que tengamos, en Rusia 2018, otro campeón latinoamericano.
Por: Edwin Fernando Chávez Zavala