Quiero abordar un tema que cada vez es más relevante en el mundo empresarial: las “Normas de Cumplimiento” o del “Compliance” y que corresponden a las normas que regulan el comportamiento ético en los negocios.
Las compañías ya se han dado cuenta de que la única manera de perdurar en el tiempo y mitigar los riesgos es cumpliendo con la ley, haciendo negocios de forma ética y transparente, evitando hipotecar su futuro por ganancias mal habidas de corto plazo.
Son muchos los casos de corrupción detectados a nivel mundial en los últimos años, tanto a nivel privado como público. Gran parte de ellos se produjeron por la falta de claridad en las Normas de Cumplimiento, dejando el comportamiento de sus ejecutivos al libre albedrío. En otros casos, el bajo nivel ético facilitó la infracción de normas con el fin de satisfacer ambiciones personales o presiones corporativas.
Las malas prácticas de negocios de ejecutivos y sus empresas, terminan pagando un precio muy alto
Las malas prácticas de negocios de ejecutivos y sus empresas, terminan pagando un precio muy alto, no sólo por las millonarias multas, sino también por daños a un intangible como el prestigio.
¿Dónde estamos fallando? En nuestra sociedad, debemos dar una mirada a la educación de nuestros niños y asegurarnos que sea sobre la base de valores. En cuanto a nuestras empresas, debemos procurar que la visión, los valores y las normas de estas se aniden en el ADN de cada colaborador, a través de controles y capacitaciones permanentes.
Finalmente, además de las sanciones en caso de infracción, debe existir un “reciclaje ético”: programas para rehabilitar a los infractores antes de reintegrarlos al mundo laboral. Lo anterior amerita una revisión a las Normas de Cumplimiento vigentes y a la Ley Laboral, trabajo de la sociedad en conjunto. El Compliance no es una moda, es un estilo de vida basado en valores, comportamiento ético y acciones transparentes.
Por: Edwin Fernando Chávez Zavala